Cómo preparar las Oposiciones a Policía Nacional en España
¿Quieres ser Policía Nacional y no sabes por dónde empezar?
Calma, «be water, my friend», a todos nos pasa lo mismo al principio: ves un temario enorme, pruebas físicas exigentes, psicotécnicos que marean… y piensas: “¿Cómo voy a preparar todo esto?”.
La buena noticia es que miles de personas como tú lo han conseguido. Y no porque sean más inteligentes o tenga memoria fotográfica, sino porque han sabido organizarse y seguir un plan.
Aquí te voy a contar paso a paso cómo preparar las oposiciones a Policía Nacional: qué necesitas, cuánto tiempo tardarás, cómo estudiar mejor y cómo no dejarte la piel (ni la motivación) por el camino.
Lo primero: ¿qué te van a pedir?
Antes de hablar de métodos, necesitas saber las reglas del juego.
Para presentarte a Policía Nacional tienes que cumplir ciertos requisitos básicos: nacionalidad española, tener más de 18 años, estudios de Bachillerato o equivalente, título de inglés (valen otros idiomas) y carnet de coche.
El proceso de selección también tiene sus fases pero no necesariamente en este orden (el orden no es fijo):
- Pruebas físicas (circuito, dominadas/flexiones y carrera).
- Examen teórico tipo test sobre el temario.
- Psicotécnicos (no los subestimes).
- Entrevista personal.
- Reconocimiento médico.
No vamos a entrar aquí en detalle, porque tienes más información si sigues los enlaces, pero conocer esto desde el principio te ayuda a organizar tu preparación con cabeza.
Espóiler: En Granapol te guiamos y preparamos todas estas fases desde la misma academia, si eres alumno nuestro, una preocupación menos.
¿Cuánto tiempo necesitas?
Aquí no hay una respuesta mágica. De media, un opositor tarda entre 12 y 18 meses en estar preparado. Si estudias a tiempo completo, puedes acortar plazos; si estás trabajando, es posible que necesites más tiempo pero la clave no es tanto el número de horas, sino la constancia: estudiar un poco cada día vale más que pegarse palizas un mes y después parar.
Cómo organizar tu estudio
Imagina que la oposición es una maratón, no un sprint. La idea es avanzar poco a poco pero sin parar:
- Dedica entre 3 y 4 horas diarias si trabajas, y entre 6 y 8 horas si estás a tiempo completo.
- Divide tus sesiones en bloques y descansa entre ellos.
- Planifica repasos fijos, porque si no, lo que estudies hoy se te olvidará en semanas.
Ahora veremos las técnicas, pero la forma de organizarte también dependerá de si eres alumno presencial o alumno online:
· Si eres alumno presencial en una academia como Granapol
- Normalmente tendrás 8–9 horas de clase teórica a la semana, repartidas en 2 o 3 días fijos. Eso te da un ritmo marcado y una rutina estable.
- A esto se suman entre 4 y 6 horas de preparación física, también en 2 o 3 días fijos a la semana.
- El resto del tiempo queda para repasar lo visto en clase y avanzar en tu estudio personal.
La ventaja del presencial es la disciplina: sabes que esos días y esas horas son intocables, y cuentas además con el cara a cara de profesores que ayuda a mantener la atención.
· Si eres alumno de un curso online
Aquí tu flexibilidad es mayor, pero también la necesidad de disciplina. Existen dos modalidades principales:
- Clases online en directo: se emiten en días y horas fijas, y normalmente quedan grabadas para que las veas después si no pudiste conectarte. Es un modelo parecido al presencial, pero con la ventaja de poder repasar las sesiones todas las veces que quieras.
- Cursos grabados como Escala15: aquí el control es totalmente tuyo. Tú decides cuándo y cuántas sesiones ver, adaptándolas a tu ritmo de vida. Puedes repasar los vídeos en el momento exacto que lo necesites, combinar explicación de profesor con estudio personal y encajar todo esto en tu día a día, incluso si trabajas o tienes poco tiempo.
En la modalidad online la clave es marcarte un horario fijo para ver clases y otro para estudiar, de manera que no se convierta en “lo veré mañana” y nunca llegue ese momento.
Métodos de estudio que funcionan
Hay mil formas de estudiar, y eso tiene su cara y su cruz. Lo bueno es que siempre encontrarás un método que encaje contigo. Lo malo es que, al principio, tantos nombres y sistemas pueden liarte. Vamos a poner orden y quedarnos con lo esencial.
Los tres métodos de estudio principales
Estos son los 3 métodos que, en nuestra experiencia, son la base del estudio para un opositor. De hecho, son los que implementamos en la nueva generación de cursos online que hemos diseñado como Escala15.
Método de arrastre (curva del olvido)
Este es uno de los métodos más usados por opositores porque encaja perfectamente con la curva del olvido, un principio demostrado por la ciencia cognitiva. ¿Qué significa? Que lo que estudias hoy, si no lo repasas, lo olvidarás en pocos días. El arrastre obliga a tu cerebro a recuperar esa información de forma repetida y refuerza las conexiones que llevan el conocimiento a tu memoria a largo plazo.
Cómo funciona:
- Semana 1 → estudias el tema 1.
- Semana 2 → estudias el tema 2, pero vuelves a repasar el tema 1.
- Semana 3 → estudias el tema 3, y repasas los temas 1 y 2.
- Y así sucesivamente…
Al final, siempre llevas contigo un “arrastre” de temas antiguos que nunca dejas de lado.
- ✔️ Pros:
- Es el que mejor garantiza la retención a largo plazo.
- Te da mucha seguridad, porque cuando llegas al examen, todo el temario lo has visto varias veces.
- ❌ Contras:
- Es muy exigente en tiempo y constancia.
- Si no llevas un control claro (agenda, calendario, esquemas…), puedes acabar perdido entre tantos repasos.
- Conforme avanzas, la mochila de temas acumulados puede generar sensación de agobio.
Consejos para aplicarlo bien:
- No intentes abarcar demasiado. Mejor estudiar 2–3 temas nuevos por semana con sus repasos, que 6 de golpe y no revisarlos nunca.
- Usa un calendario de repasos: por ejemplo, repasa el tema el mismo día que lo estudias, después de 1 semana, después de 1 mes, y otra vez antes del examen.
- Simplifica en los repasos: no leas el tema completo otra vez; usa esquemas, resúmenes y test rápidos.
- Sé flexible: si un tema ya lo dominas, puedes espaciar sus repasos y dar más tiempo a los que se te atragantan.
Método modular
Este método divide el contenido de cada tema en bloques o módulos. La idea es centrarte en uno de esos bloques hasta dominarlo antes de pasar al siguiente. Así, vas avanzando por partes más manejables, sin sentir que tienes todo el temario encima desde el primer día.
Cómo funciona (ejemplo para la Constitución):
- Módulo 1 → Estructura.
- Módulo 2 → Valores.
- Módulo 3 → Derechos y deberes fundamentales.
- Y así sucesivamente…
Digamos que para tragarse un elefante empezamos por el primer bocado.
- ✔️ Pros:
- Te da sensación de orden y progreso rápido: acabas un bloque y sientes que avanzas.
- Es ideal para opositores con menos tiempo o que se agobian con el temario porque permite enfocarte en partes concretas.
- Facilita medir resultados: sabes exactamente cuánto dominas de cada bloque.
- ❌ Contras:
- Si no repasas los bloques ya vistos, puedes olvidarlos.
- El salto entre módulos puede hacer que pierdas continuidad si no lo planificas.
- Si dejas lo más difícil para el final, corres el riesgo de llegar agotado.
Consejos para aplicarlo bien:
- Marca un tiempo máximo por bloque (ejemplo: 1 ó 2 días) y respétalo.
- Antes de pasar al siguiente, dedica un tiempo de repaso al módulo acabado.
- No lo uses como excusa para dejar lo difícil para el final: intercala módulos densos con otros más ligeros.
Método de aprendizaje incremental
- Primera vuelta: lees y entiendes lo básico, sin obsesionarte con los detalles, el objetivo es tener una visión global del tema/concepto.
- Segunda vuelta: vuelves y añades datos clave, fechas, excepciones…
- Tercera vuelta: repasas con más detalle, datos secundarios, preguntas trampa, nº de artículos…
- ✔️ Pros:
- Evita el bloqueo de querer memorizarlo todo de golpe.
- Muy útil para opositores que empiezan desde cero.
- Genera sensación de avance porque completas el temario pronto, aunque sea de forma general..
- ❌ Contras:
- La primera vuelta puede dejar sensación de inseguridad (“no me lo sé bien”).
- Necesita varias vueltas planificadas; si no las haces, el método pierde eficacia.
- Puede ser difícil medir tu progreso si no lo combinas con test.
- Haz un plan con 3–4 vueltas al temario antes del examen.
- No te obsesiones en la primera: quédate con lo esencial y sigue avanzando.
- En la segunda vuelta, complementa con esquemas y resúmenes.
- En la tercera, introduce test y repasos espaciados para afianzar.
- Usa marcas temporales para identificar lo que necesitas reforzar.